Café y cigarrillo (o el primer viernes)

El tazón humea, mientras en el horno se cocina lo que fuera un festín, cuando cocinar en conjunto era algo cotidiano y el cigarrillo, algo común. Pero no es la sensación de nostalgia lo que prima, no es el sonido de esos chemical brothers en especial de radio hozironte, es el primer viernes. Disfrutar de una vista propia y diaria que se transforma, olores que transmutan la costumbre y alejan las imágenes de siempre..... o de antes. Porque el ruido de las máquinas no alcanza para confundirse con los sonidos internos, porque los sonidos internos son de siempre y estarán ahí por mucho tiempo más.

La imagen da risa. Faltaría la boina, una pera protusiva y barbuda, para completar la visión del esptereotipo y las etiquetas, pero no es punto. La imagen es la misma de siempre, el sabor del humo bajo la nariz, el constante movimiento y las palabras viajeras, incluso los textos adjetivosos y las imprecisiones. Las vías de comunicación se modifican, pero el discurso es el mismo.

El primer viernes de romper la inercia y de descubrir ese mundo que se pausó hace tanto, de recorrer esos caminos casi olvidados, pero que se transitan con impulso equino. Pa delante y eso, que mas??

Otros viernes de cirgarrillo habían pasado sin percibirse, pasaban como casi todas las cosas. Hasta que algo rompe el flujo, algo que hace detenerse para descubrir que el entorno ha cambiado, que la vista es otra y que las bocanadas traen un ingrediente distinto. Es el gusto exacerbado o la exageración de siempre, pero ahora más personal y más consciente, cada bocanada se integra como el fluído que se extrae de un tazón ya vacío, recorriendo desde afuera los detalles personales. Pum pum pum pum pum.....

Los "beats" de una música creada por máquinas y carentes de la intimidad que genera una voz, pero potentes como la novedad de descubrirlos. Soy electrónico puede sonar a pasé, pero no es lo que importa. De alguna manera está ayudando a un flujo nuevo, las mismas comunes pulsiones, pero puestas en frente y vistas, como algo ajeno antes de reincorporarlas con el café. Se tragan, bailan en el estómago como lo que chirrea en el horno. Incluso antes de digerirse, como cuando se saliva con algún olor o sólo con escuchar un sonido.

El silencio??? Para después de mañana.