martes, 4 de septiembre de 2012

Sólo tres años

Hace tres años que me alejé del proyecto de lanzar mis ideas a este espacio virtual, que como virtual que es, no tengo claro si existe o no en algún lugar fuera de mi cerebro. El punto es que me gusta la idea de escribir. Desde siempre. Nunca tuve diario, pero escribía "cosas" como esos libros de anotar la vida de Clara. No es lo mismo escribir para uno que para publicarlo, pero el objetivo de hacerse entender obliga a ordenar el tallarín mental y a imponer una lógica a los cotidianamente revueltos pensamientos. Han pasado tres años, que al momento de los resúmenes, parecen tan poco. Pero no lo son. La realidad ha mutado tantas veces, que a veces parece que estuviera en el comienzo todo de nuevo y, otras muchas veces, se siente como si atropellado por un vehículo de gran embergadura, no exista ni siquiera un yo de base. MENOS Creo que cada vez me sorprendo menos, aunque sigo disfrutando de las cosas con entusiasmo adolescente. Hace mucho que no busco/encuentro música nueva que me revuelva el cerebro, como en Homogenic de Björk, pero lloro como cabro chico con algunas películas y he tenido un reencuentro con el pop más básico o las canciones de otros tiempos. Tengo mucho menos paciencia que antes, pero voy aprendiendo a recuperar un poco el filtro, en el afán de disminuir el daño colateral de mis ideas explosivas y confrontacionales. Ya no vivo en una casa antigua como de cuento con mucho sol y un perro Simón afuera, ahora he vuelto al departamento inicial que ahora tiene mucha mejor energía que antes y se siente mucho más mi hogar, porque tengo con quien construirlo todos los días.

http://www.youtube.com/watch?v=x5nNfbTS6N4

MÁS Luego de una serie de difíciles decisiones, descubrí que la valentía estaba en la fórmula. Descubrir lo bien que se siente actuar desde las creencias personales, aunque cueste el nivel de vida o requiera sacrificios. Integridad. Saber que aunque algunos de los amigos más cercanos ahora sean "socios" o estén lejos y nos hayamos expuesto a conocer aspectos que nos hayan enfrentado o distanciado, existe la energía de mantener el foco en el fondo de las situaciones. Amor. Entender que las reglas de la vida son personales y que cada uno manda el juego, lo estructura como más le acomode. Autonomía de cabeza. Las cosas han dejado de pasar como por casualidad y existe la sensación de estarlas generando, como si ya no fuera un ensayo, como si ahora las cosas estuvieran realmente pasando. Perspectiva. Hay una creciente claridad y aceptación de la forma personal, más o menos que corregir. Autoconocimiento. TOTAL Con todo, suma y sigue. Pero siempre sumando. Aunque dan ganas de comerse una frutita y ganar vidas como en los juegos, pero sin la intención de resetear, nunca.

Para entender

Para entender